Una mujer empoderada es una mujer que se siente satisfecha consigo misma y con la vida que diariamente construye.
Cuando escuchamos la palabra «empoderamiento» ¿Qué viene a la mente?
Muchas personas pensarían de inmediato en el empoderamiento de las mujeres, que ha sido un tema candente en los últimos años.
Es un término que se ha utilizado tanto que ha perdido su significado, según algunos.
Sin embargo, como coach de mujeres profesionales de alto nivel, me apasiona el tema del empoderamiento de las mujeres.
A través de mis años de experiencia e investigación, he descubierto que ser una mujer empoderada significa ser segura y satisfecha consigo misma y con la vida diaria que se construye.
Por supuesto, hay ciertos pilares que nos ayudan a fortalecer estas áreas de nuestras vidas, que todos podemos compartir en común.
Pero no hay ningún absoluto o título que lo pueda determinar.
No se trata de nuestra apariencia física ni de nuestro cargo, el número de hijos que tenemos, nuestro estado civil o donde vivimos.
Ser verdaderamente empoderadas significa ser capaces de sentirnos orgullosas y satisfechas con nosotras mismas y con la vida que estamos construyendo día a día.
Se trata de las decisiones diarias que tomamos, no de las que tomamos una vez al año o cada resolución de Año Nuevo.
Se trata de la actitud que elegimos al despertar, la forma en que nos vestimos, cómo nos vemos en el espejo, cómo contestamos el teléfono o escribimos un correo electrónico, cómo invertimos nuestro tiempo, cómo amamos, cómo nos relacionamos con los demás, cómo lideramos y cómo nos guiamos.
Cada decisión que tomamos es una oportunidad para sentirnos poderosas.
Y aunque las primeras tres decisiones del día no estén alineadas con el nivel de satisfacción y orgullo que queremos sentir, está bien porque hay miles de decisiones que tomamos cada día, y cada una es una oportunidad para sentirnos poderosas.
Tener el control de nuestras vidas y tomar decisiones conscientes que se alineen con nuestra definición de sentirnos poderosas es lo que nos hace verdaderamente empoderadas.
Se trata de tomar decisiones diarias que nos permitan convertirnos en la mujer que queremos ser.
Esta es la fuerza que tenemos para sentirnos orgullosas y satisfechas con nosotras mismas.
No hay ningún absoluto o título que determine lo que nos hace sentir poderosas.
La mujer que estamos construyendo hoy puede cambiar en cinco o diez años, y está bien.
Nos reinventamos todos los días, y tenemos la oportunidad de crecer, evolucionar, definirnos, establecernos y fortalecernos a través de decisiones diarias que nos hacen sentir orgullosas y satisfechas.
Ya sea que seamos apasionadas por ser deportistas, escalar montañas, andar en bicicleta o dedicar nuestros días al trabajo, sentir la adrenalina y la pasión, o ser una madre dedicada y amorosa que está orgullosa y satisfecha con la vida que ha construido, todo está bien.
Lo importante es que tomemos decisiones diarias conscientes que nos hagan sentir poderosas y orgullosas de la mujer que estamos construyendo.
Entonces, no dejemos que la palabra «empoderamiento» sea sobreutilizada o pierda su significado.
Enfoquémonos en lo que realmente significa ser una mujer empoderada, que es tener confianza y estar satisfechas con nosotras mismas y con la vida que construimos diariamente.