He conversado sobre cómo se siente ser una mujer exitosa con cientos de profesionales, mujeres maravillosas que en un momento se han sentido en completo desbalance en sus vidas.

Y al trabajar con ellas como su coach he podido evidenciar la diferencia que existe en su visión de éxito cuando están en desbalance versus cuando ya llegan a ser verdaderamente exitosas.

Al inicio, antes de empezar con su autoconocimiento, comprensión y expansión de su potencial, la mayoría de ellas ha percibido el supuesto éxito como tenerlo todo visualizándose casi como si estuviesen en una gran fiesta de festejo.

En su visualización hay muchos «objetos» que representan hasta ese momento el éxito.

Puede tratarse de autos, casas, joyas, de entornos especiales como balcones de edificios muy prestigiosos, playas maravillosas, espacios en sus hogares decorados con el mejor estilo, y claro, un atuendo con el que se luzcan.

Y quizá para ti es similar.

Quizá hasta este momento al pensar en éxito hacías referencia a un logro económico, a un estatus que mostrar o a un objeto que se convierta en tu logro gracias a tus capacidades.

Pero si te concentras más en cómo te quieres sentir, te pasará, al igual que ocurrió con la mayoría de las mujeres que he considerado para hacer esta afirmación, y comprenderás que el éxito se siente en y desde tu interior y no tanto como tener un «objeto» y desde tu exterior.

El éxito muchas veces se siente como paz, como tiempo libre, como calma.

La paz entre la mujer que eres y la mujer que quieres ser.

Así que si bien podrías llegar a tener todo lo que crees que determina tu éxito, solo cuando este se convierte en paz interior comprenderás que lo has logrado.

Con un mundo interior en balance, serás capaz de aprovechar todo tu potencial y desarrollar las habilidades que hoy te hacen falta para dar el siguiente paso en tu vida profesional y personal.

Y podrás alcanzar y sentir el éxito que deseas.